Al derrotar ampliamente a Unión de Sunchales por 89 a 74, La Unión Básquet se coronó campeón del Torneo Nacional de Ascenso por segunda vez en su historia y la próxima temporada deberá verselas con los mejores equipos de Argentina en la Liga Nacional de Básquetbol.
La fiesta se vivía desde antes de empezar el partido, las gradas repletas del Estadio Cincuentenario como nunca en todo el campeonato presagiaban una noche de alegrías al por mayor.
Los jugadores locales concentrados desde el minuto cero transmitieron al público que el título no se escapaba. Los rivales pérdidos en el rectángulo de juego, no lograban efectivizar en el aro la necesidad de remontar el 0-2 que traían de su ciudad.
Todo fue de un solo color, el celeste de La Unión. Ya en el primer cuarto sacando una ventaja de 9 puntos (25-16)logró imponer tranquilidad para ellos mismos y más nerviosimo a los rivales.
El segundo cuarto fue un paseo, los dirigidos por Ardúh no encontraban el camino al aro y solo lograron convertir a través de 3 triples y 1 libre, mientras tanto los de La Unión sacaron a relucir todo su repertorio con titulares y suplentes para estirar el tanteador a 48-26.
La diferencia estaba hecha. El público ya festejaba. Solo faltaba cumplir con los últimos dos cuartos del campeonato. El rival hacía lo que podía, tratando de perder de la forma más decorosa posible.
Los minutos corrían hacía el festejo que se desató luego del doble final logrado por el juvenil de 15 años Lucas Obregón. Posteriormente el corte de las redes, de un lado Barrios, del otro Costa, como en la cancha uno el base y el otro el que la terminaba debajo del aro en la zona pintada. Abrazos, llantos de felicidad, hijos en brazos, saludos a la tribuna, declaraciones a la prensa, todo era festejo. Festejo merecido luego de la flamante campaña realizada en toda la temporada.
El objetivo está cumplido, ahora vendrán nuevas metas en el nivel más alto del básquetbol argentino...
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